jueves, 13 de febrero de 2020

Acompañamiento Espiritual y Marcelino.



Hace más de un año presenté el siguiente texto como trabajo final de la maestría en Carisma y Principios Educativos Maristas. Hoy quiero compartirlo con ustedes. 

Dirección Espiritual que Marcelino Champagnat brindó a los primeros hermanos.


Marcelino Champagnat fue un gran acompañante espiritual. Formó a los primeros hermanos y a los feligreses de La Valla en la espiritualidad. Analizar su práctica puede inspirar a los formadores y acompañantes espirituales maristas. En el presente artículo se hace un análisis de discurso sobre algunos testimonios recogidos para la causa de canonización. En ellos se buscaron los rasgos del acompañamiento que Marcelino daba a los hermanos. Los testimonios reportan que Marcelino cumplió las dos tareas del acompañamiento, es decir, ayudar a prestar atención a Dios y ayudar a responder a ese Dios que se revela. Para prestar atención a Dios, Marcelino se centra en ayudar a descubrir la presencia de Dios, un Dios que ama personal y profundamente.  Para ayudar a responder a ese Dios que se revela enfatiza en la humildad y la confianza en Dios. Estos dos valores los resume en su lema: “Si el Señor no construye la casa…”


Texto del Artículo. 

lunes, 19 de marzo de 2018

Faro de esperanza en este mundo turbulento.



La primera llamada del XXII Capítulo General, invita a los Maristas a ser faro de esperanza en un mundo turbulento. Personalmente creo urgente y necesario tener esta actitud y ponernos en camino para responder a esta invitación. Pero es necesario enfatizar el "este mundo", es importante describir a lo que ser refiere. Debemos recordar que en estos primeros años del siglo XXI, la sociedad se ha transformado. Nunca como ahora se puede hablar de cambios vertiginosos y nuevos modelos interpretativos, ante estas trasformaciones parece importante reconocer el papel de la escuela y de la escuela marista. 

Ante las dificultades sociopolíticas y culturales es necesario reconocer que el mundo ha cambiado. Ya no nos encontramos en la modernidad de principios del siglo XX con los grandes retos planteados por el mundo obrero y la industrialización. Tampoco nos encontramos con los problemas de violencia y desastres causados por las guerras mundiales y la guerra fría. Los últimos 25 años parece que tienen poco en común con los años anteriores. 

Este periodo inicia con la caída del muro de Berlín y el fin del mundo bipolar. Igual en la historia marista inicia con el capítulo general de 1993 donde fue electo Superior General el hermano Sean Sammon. Los temas de misión, espiritualidad apostólica, solidaridad, formación y laicado marcarán el camino de dicho capítulo. 
Nuevos retos surgirán ante los cambiantes contextos sociales. (Por razones prácticas se hablará en el contexto mexicano, pero seguro que se aplican a otros países de Latinoamérica). 

El primero es el reto de la autoridad, los abusos de poder, autoritarismo, dictaduras, corrupción, etc… provocaron una crisis en la autoridad, de la cual se desconfía. El primer reto está en descubrir la autoridad como servicio. 

El segundo reto se presenta por el uso abusivo o destrucción de la naturaleza, la industrialización, el capitalismo salvaje, la avaricia de recursos ha desgastado el planeta, ha iniciado un proceso de calentamiento global y ha puesto en riesgo la vida a nivel planetario, no solamente la vida humana sino toda vida. Este es el reto ecológico 

Junto con el reto anterior, nos encontramos en una escandalosa distribución de la riqueza, donde pocos han acaparado los recursos y los beneficios de la modernidad y muchos han sido excluidos, se presenta también el reto de la pobreza. 
Aunado al anterior surge el problema del narcotráfico y la violencia. Se fundamenta en una salida fácil de la realidad, ya sea personal por el uso de sustancias o social en la búsqueda de un dinero fácil que permita satisfacer la demanda de consumo que se propone socialmente y a la vez se niega. 

La familia también se presenta como un reto. Este reto va mucho más allá del divorcio, aborto o uniones del mismo sexo que se nos presenta como desafío evangelizador. La estructura social-familiar se encuentra tensionada y casi desgarrada ante las exigencias laborales, económicas y sociales que parece estar fallando en su misión de relación afectiva y formación de nuevas generaciones.

Finalmente, el reto de los jóvenes, que desarrollan nuevos marcos de interpretación de la realidad y nuevos esquemas socio-culturales a los cuales no da respuesta esquemas morales o culturales anteriores. 

Todos estos retos van más allá de un simple cambio, es por eso que se define como un "mundo turbulento",  es un cambio de paradigma en sentido de Kuhn, aunque este autor restringe su análisis al campo epistemológico, su reflexión puede llevarse al campo social.

Como Maristas, especialmente en la escuela estamos llamados a dar una respuesta. Ante estos problemas y retos la escuela no puede seguir siendo la misma. La escuela misma se encuentra, como institución social, cuestionada en cuanto sus fundamentos y retada a dar soluciones nuevas que colaboren crear un mundo más humano. Donde cada persona se pueda desarrollar al máximo de su capacidad y se viva la fraternidad universal. Como menciona Tescaloro (2014:58) “Tal situación le impone a la educación católica mayor consciencia sobre la necesidad y la urgencia de contribuir para el enfrentamiento y la superación de los gravísimos problemas de nuestra época.” O como menciona el documento: La escuela católica en los umbrales del tercer milenio: “Frente a este panorama, la escuela católica está llamada a una renovación valiente. La herencia valiosa de una experiencia secular manifiesta, en efecto, la propia vitalidad sobre todo por la capacidad para adecuarse sabiamente.” (Congregación para la Educación Católica, 1997, n. 3).

La escuela, especialmente la escuela marista, necesita mantener su objetivo humanista. La escuela es un lugar de evangelización que privilegia la presencia en el ámbito educativo y que busca la educación integral, la inculturación y de aprendizaje de un diálogo vital entre jóvenes de religiones y de ambientes sociales diferentes. (cfr. Congregación para la Educación Católica, 1997, n. 11)

Dicho en lenguaje marista: Que Jesús sea conocido y amado por todos, especialmente por los jóvenes-pobres, desde la propia realidad donde habitan. 
Para cumplir esta misión, la escuela, especialmente la escuela marista tiene que cambiar, porque el contexto donde habitan sus destinatarios ha cambiado. Pero la misión es la misma, dejar salir lo más humano de cada persona. 

Fuentes:
Congregación para la Educación Católica (1997). La escuela católica en los umbrales del tercer milenio. Consultado en Internet en: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_con_ccatheduc_doc_27041998_school2000_sp.html en Julio de 2017.

Tescarolo, Ricardo (2014). El paradigma humano-cristiano: desafíos y perspectivas de la educación católica. Colección Carisma y principios educativos maristas, cuaderno 1: Curitiba: Editora Universitaria Champagnat

(Trabajo presentado originalmente en el curso de Paradigma Humano Cristiano, dentro del programa de formación en Carisma y Principios Educativos Maristas  de la PUCPR)

viernes, 16 de marzo de 2018

Actitudes de los Hermanos Marista ante los Laicos.



El contexto actual de relación entre los laicos y los hermanos, surgido ante la espiritualidad de comunión del Vaticano II y reforzado en la carta Vite Consecrata (No. 54) cuando dice: “el carisma de un Instituto de Vida Consagrada puede ser compartido con los laicos”, nos lleva a pensar en los esquemas de relación que se han tenido.

Siguiendo a Green (2014) desde el Capítulo general de 1993, se han visto en el Instituto Marista varias maneras de pensar esta relación. Son fácilmente identificables tres maneras de relación.

La primera entiende la vida marista como la vida de los Hermanos maristas. Por lo tanto, no hay lugar para el laicado. Simplemente no hay un espacio para la relación. Una vez que mueran los hermanos terminará la vida marista en este contexto.

Una segunda manera consiste en ofrecer un movimiento “global y estructurado para ofrecer oportunidades de formación maristas para los laicos, y para los hermanos y laicos juntos, y para fomentar lo que llegó a ser interpretado como la vocación de vida de los laicos maristas” (Green 2014:20). De esta manera se ofrece una relación, donde se considera la existencia del laicado marista y se forma a los laicos en la espiritualidad. La participación del laico, en este contexto puede ser variada, dependiendo de la apertura de cada provincia o comunidad.  Esta participación puede ir desde una ayuda puntual, en una actividad dirigida por los hermanos hasta la coresponsabilidad y compartir la vida, donde laicos y hermanos comparten en igualdad la responsabilidad, la espiritualidad y la misión.

Hay además un tercer grupo, presente sobre todo en países no occidentales. Donde hay un crecimiento de las vocaciones y un contexto cultural que dificulta que los laicos accedan a posiciones de responsabilidad o liderazgo de la Iglesia.

Ya en el XXI Capítulo General, hablaba de una nueva relación, basada en la comunión. El año pasado (2017), el XXII Capítulo General nos habla de formar un nuevo parentesco, de reconocernos como Familia carismática global, faro de esperanza en este mundo turbulento.  Esta nueva relación nos habla de avanzar paso a paso en la construcción de una relación donde tanto Laicos como Hermanos se sientan parte de una misma familia carismática, compartiendo una espiritualidad, en misión compartida de forma coresponsable.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Convertirnos en verdaderos Educadores Maristas.



Al conocer la realidad de nuestros colegios puede surgir la pregunta sobre si seguimos siendo fieles a los principios educativos que guiaron a Marcelino Champagnat y a los primeros hermanos. Familias completas que han pasado por los colegios desde los abuelos, padres e hijos que podrían plantear si los cambios educativos introducidos van en sintonía o no con la tradición de la escuela. Hermanos Maristas de edad que no ven reflejadas sus prácticas docentes en la praxis de hermanos más jóvenes. Nos abren a la pregunta si seguimos siendo verdaderos educadores maristas.

Buscar la respuesta en prácticas o ideas educativas posiblemente no sea la mejor respuesta, ya que la educación marista no tiene su origen en una filosofía educativa o en una teoría pedagógica, sino en una espiritualidad.

Es a través de la experiencia de Marcelino Champagnat y de los primeros hermanos que podemos comprender la esencia de la educación marista. Miles de maristas, laicos y hermanos, han continuado y continúan creándola. La esencia de la educación marista solo puede ser apreciada por personas que han sido tocadas e inspiradas por el movimiento marista, y que a través de él puedan encontrar su pasión por Dios y por los jóvenes.

La espiritualidad marista es un “carisma”, don del Espíritu Santo, que permite a las personas cristianas, formar Iglesia y llevar a cabo la misión en forma eficaz y atractiva. Otra forma de decirlo es un movimientos oportuno e inspirado que introduce una nueva forma de vida cristiana y de servicio.

La experiencia del amor de Dios realizada por Marcelino y las diferentes formas con las que respondió a este amor, lo que podríamos llamar su carisma personal, no sólo inspira a otros y les atrae para hacer lo mismo, sino que se está articulando y desarrollando por ellos de manera coherente y característica. Los primeros hermanos, al juntarse, se convirtieron en compañeros atraídos por la misión, y capaces de describir la forma en que su vida espiritual, comunitaria y apostólica se estaba llevando a cabo.

La espiritualidad marista procede en gran parte de una mezcla de tradiciones espirituales ya existentes. Marcelino se alimentó con naturalidad y profundad de lo que se describe a menudo como la “escuela francesa” de espiritualidad. Los textos bíblicos de san Juan y San Pablo inspiran su vida, frases y conceptos salesianos -me refiero a San Francisco de Sales, no a San Juan Bosco-, berulianos y sulpicianos, impregnan sus propios escritos y enseñanzas. Al igual que el discurso místico de la época, en particular el de María de Ágreda.

Sus discípulos no sólo habían sido inspirados por su carisma, sino que además lo habían aprendido de él. Hoy podría articularse y enseñarse íntegramente de la misma manera. A Marcelino más que disñar un sistema de espiritual le importaba vida espiritual de sus hermanos, y su manera de vivir en esta comunidad. Se esforzó por ayudar a los hermanos a “Amar a Dios, y hacer que sea conocido y amado, es el propósito de la vida de un hermano”.

Temas importantes de esta espiritualidad serán la “alegría”, el “espíritu de fe”, la “confianza en Dios”, la “presencia de Dios”, y “el amor de nuestro Señor”. Estos temas se asientan con claridad más en el campo de lo afectivo que en el dominio ascético, y se les prefiera sobre el “celo”, el “amor al trabajo”, la “pobreza” y la “mortificación”.

Cualquier estudio de la espiritualidad de Marcelino y de los primeros hermanos, que haga un seguimiento de su itinerario espiritual, lo primero que encontrará como destacado es el tema recurrente del amor. Es una espiritualidad centrada en el amor, fundada en un amor íntimo a Jesús y en una respuesta concreta mediante la acción apostólica y amorosa, y no tanto en la acción apostólica en sí misma. Los primeros educadores maristas eran hombres formados en este tipo de mística pragmática. La espiritualidad y la naturaleza de la tradición educativa, que se desarrolló a partir de ellos, tiene que ser entendida de la misma manera.

Sabemos pocos detalles de cómo los primeros hermanos se desenvolvían en la escuela, de los métodos que utilizaban, o de la forma en que los primeros hermanos “podrían haber sido marcados por los rasgos característicos de lo que hoy llamamos educación marista”, pero podemos estar seguros de que fue dirigida por alguien cuyo corazón había sido cautivado por Jesús, alguien que mantuvo una relación espiritual íntima con Jesús, y que irradiaba comportamientos sencillos pero convincentes.

“Las implicaciones son claras: la educación marista fue, de hecho, lo que los educadores maristas hicieron y cómo lo hicieron, pero la preocupación fundamental era quiénes fueron estos educadores maristas, cómo vivieron sus vidas, cómo atendieron, especialmente su fe, y cómo compartían la vida y misión con otros educadores maristas”. (Green 2014:18)

Hoy la situación es similar porque se pueden ver circunstancias que permiten aplicar las intuiciones originales de Marcelino. Al mismo tiempo es diferente porque la Iglesia se ha enriquecido con una visión de sí misma con sentido de comunión. La presencia de los hermanos es mínima en muchos lugares, sin embargo, muchas escuelas y comunidades universitarias están reclamando su herencia e identidad marista con autoridad cada vez mayor. Educadores maristas, que no son hermanos, se identifican cada vez con mayor firmeza y buscan corresponsabilidad en la empresa educativa marista.

Existen lugares en el Instituto, principalmente después de 1993, donde ha habido un movimiento global y estructurado para ofrecer oportunidades de formación maristas para los laicos, y para los hermanos y laicos juntos, para fomentar lo que llegó a ser interpretado como la vocación de vida de los laicos maristas.

Se ha buscado proporcionar medios para que estos laicos puedan unir en armonía las tres dimensiones elementales de cualquier vida cristiana: discipulado, comunidad y apostolado. Si la educación marista es lo que los educadores maristas hacen, es importante que la atención se centre en la formación, mantenimiento y asociación de educadores maristas. El resto es probable que, en gran medida, sea capaz de cuidarse por sí mismo.

El documento Agua de la roca, que habla de la espiritualidad marista, identifica seis características destacadas de la espiritualidad marista: (1) la presencia y amor de Dios, (2) la confianza en Dios, (3) el amor a Jesús y su Evangelio, (4) al estilo de María, (5) el espíritu de familia y (6) una espiritualidad de la sencillez.  Estos rasgos se viven como respuesta a la llamada de Dios al discipulado, en la vida compartida con otros maristas, y en la misión.

Siguiendo estos rasgos se puede responder a la pregunta sobre la fidelidad, sobre nuestro ser como educadores maristas. Un verdadero educador o educadora marista será alguien que sintonice con el camino marista en su dimensión espiritual, que encuentra allí un lenguaje, una metáfora del anhelo espiritual que le mueve, de la sensación y de la imagen de lo divino que le atrae, y donde resuene una manera de responder y concretar su pertenencia. Los maristas de Champagnat descubrimos que vibramos y vivimos con el ideal que guio a Marcelino Champagnat de “Amar a Dios y darlo a conocer y amar”. Queremos vivir y compartir su espiritualidad en comunidad. El resto es accesorio.


(Texto presentado inicialmente en la materia de La vitalidad del modelo educativo y la construcción de una nueva realidad, en Carisma y Principios Educativos Maristas, PUCPR, Junio de 2017; Foto: Propia, mural en la comunidad marista de Coronel Oviedo, Paraguay)


lunes, 12 de marzo de 2018

Llamados a Humanizar



La educación marista nos recuerda que hay que formar al hombre (y a la mujer) de forma integral. Recordemos que Marcelino Champagnat y los primeros hermanos, en el siglo XIX, se encuentran con maestros y una educación que parece olvidar la formación espiritual cristiana de los estudiantes. En ese contexto cobra especial relevancia la frase “buenos cristianos y virtuosos ciudadanos”.
Hoy en nuestro contexto -cuando menos en mi país-, se ha radicalizado todavía más la división del hombre, que ignora la parte espiritual y religiosa. Muchos de los maestros de escuela pública basados en una educación con tientes pragmáticos, científicos y socialistas. Por eso hay una profunda división entre la escuela pública y la privada. Afortunadamente parece haber un renacer de la espiritualidad -aunque esto no quiere decir de la religión-. Movimientos como la interioridad, la inteligencia emocional o el mindfulness, parece que hacen volver de una manera nueva el contexto espiritual a los centros educativos.
A mí me gusta ver la misión educativa como humanizar al hombre, es decir que descubra su verdadero ser, los más humano que hay en sí mismo. Estamos llamados a ser 100% humanos, es decir, estamos en construcción. Cristo es el modelo de ser humano que estamos llamados a formar, tanto en nosotros como en nuestros alumnos.
Decir hoy, en el 2018 que queremos formar buenos cristianos y virtuosos ciudadanos significa formar al hombre de forma integral, con todas sus dimensiones, incluyendo la espiritual y -si nuestros alumnos son cristianos- religiosa.
Como el hermano Moral (2015, p. 65-68) ser sensibles a las necesidades de los niños y jóvenes, dar respuesta a ellas de formas creativas, más allá de un método, potenciar las estrategias de acción eficaces, con creatividad, aprovechando las oportunidades que se nos presenten.

* Intervención en un foro en la especialidad. 

jueves, 8 de marzo de 2018

Tres Avesmarías


Paseando por la ciudad de Querétaro, encontré una advocación a María que no conocía. Nuestra Señora de las Tres Avesmaría. Tengo que decir que no conocía la imágen. La devoción me recordó mucho a Don Pedro Santanna, un hermano marista con el que coincidí mientras estudiaba la escuela primaria. 

Don Pedro nos recomendaba rezar, cada día al acostarnos tres Avesmarías y nos dió como clave que cuando lo saludaramos hicieramos un gesto: Unir en la palma de la mano el meñique y el pulgar (que deja extendidos tres dedos) y saludarlo como si fuera saludo militar en la frente. 

Hace mucho que no me acordaba de esa devoción. 


lunes, 22 de enero de 2018

Consejos de Don Chaly para los maestros (bueno, esta vez para los coordinadores y directores)


Esta es la última entrada sobre los consejos de Don Charly, y no se dirige precisamente a los maestros, esta vez son consejos que daba a los coordinadores y directores. 

**************************************

Directores y coordinadores.

1. Entérate bien de los reglamentos y de las indicaciones que se dan a los maestros para que puedas verificar si se cumplen.

2. Visita las clases y lleva un archivo de dichas visitas.

3. Los exámenes de la dirección, o de la coordinación, son de gran utilidad y, en ocasiones, necesarios.

4. En las primarias la dirección deberían hacer frecuentes revisiones sobre: el catecismo, puntualidad, limpieza y orden, los cuadernos, ortografía, escritura, matemáticas, lectura,... Organiza las competencias, los concursos.

5. Exige la regla de nadie debe estar en el salón de clase fuera de las horas de clases.

6. Los alumnos no deben entrar a los salones si no está el maestro.

***********


Si conoces otros consejos de la tradición marista para los coordinadores y los directores, no dudes en compartirlos en los comentarios.

viernes, 19 de enero de 2018

José y María


En diciembre del año pasado conocí al Hno. José Luis en Paraguay. De él aprendí los siguientes versos:

José nos sabía que pensar
en el patio oía a María
reír y llorar.
Tan curioso está, 
que ha saberlo se va
y le dice María: 
Nuestro hijo Jesús 
me ha dicho mamá. 



Considero que la devoción a San José es uno de los lugares que se han perdido, cuando menos en mi provincia marista y que es necesario rescatar. José como modelo de ser humano, modelo de hermano-religioso y modelo de padre de familia.
Además, creo que puede ser modelo de masculinidad en un mundo que confunde lo varonil con lo machista.
Como decía uno de mis formadores: San José fue el primer marista.



Más sobre San José en este blog:
http://www.guillermovillarreal.mx/2016/12/el-primer-lugar-en-belen-parte-3.html

http://www.guillermovillarreal.mx/2017/01/viva-jesus-maria-y-jose.html

http://www.guillermovillarreal.mx/2017/03/la-devocion-marista-san-jose.html

http://www.guillermovillarreal.mx/2017/05/testamento-espiritual-de-marcelino_19.html

lunes, 15 de enero de 2018

Consejos de Don Chaly para los maestros (12: Corrección de trabajos escritos)


Recordando al Hermano Carlos Toral quiero poner a disposición de una serie de consejos que solía repetir y compartir. Son consejos que surgen de la tradición marista sobre el trabajo escolar, que poco a poco fue recopilando. Espero que estos consejos ayuden a los maestros jóvenes a ser buenos educadores y a los maestros con años en la docencia a recordar aspectos a cuidar.

**************************************


El arte de preguntar.

1. Trata de corregir las faltas de ortografía de todo trabajo escrito.

2. En la primaria es conveniente que habitúes a tus alumnos a hacer una presentación limpia y agradable de sus trabajos escritos.

3. Exige que escriban su nombre y la fecha en todos los trabajos.

4. Pide que respeten el margen

5. Pide que las líneas sean trazadas con regla.

6. Procura no echar a perder un trabajo de tus alumnos colocando dentro del cuerpo del trabajo "palomas” grandes o anotaciones.

7. Procura que el alumno comprenda la apreciación que das a su trabajo: no escribas sólo ”Rev”. o V°B°

8. Las anotaciones tuyas y la calificación, o apreciación, del trabajo debes hacerlas en el margen.

9. No aceptes trabajos en hojas arrancadas a un cuaderno, y en general pide que todas las hojas sean de un mismo tamaño y de una misma forma.

10. Si los cuadernos que emplean tus alumnos son uniformes te ahorrarán trabajo en la corrección.


***********

Si conoces otros consejos de la tradición marista para calificar los trabajos de los alumnos, no dudes en compartirlos en los comentarios.

lunes, 8 de enero de 2018

Consejos de Don Chaly para los maestros (11: Consejos Varios)


Recordando al Hermano Carlos Toral quiero poner a disposición de una serie de consejos que solía repetir y compartir. Son consejos que surgen de la tradición marista sobre el trabajo escolar, que poco a poco fue recopilando. Espero que estos consejos ayuden a los maestros jóvenes a ser buenos educadores y a los maestros con años en la docencia a recordar aspectos a cuidar.

**************************************


1. Mantén siempre al día tus preparaciones de clase y tu registro. El tomar clase por escrito, o pequeños reconocimientos, son más útiles cuando se termina un tema más que cuando viene un fin de mes. Haz repasos diarios.

2. En cuanto sea posible corrige las faltas de ortografía en todo trabajo escrito que devuelvas a tus alumnos.

3. Esfuérzate en buscar la causa por la cual no aprenden tus alumnos.

4. No se debes aceptar ni las faltas de ortografía ni las incorrecciones del lenguaje en ningún trabajo escrito no importa cuál sea su tema.

5. No aceptes trabajos presentados con manchas, arrugados, o en hojas arrancadas a un cuaderno.

6. Da ejemplo de limpieza y buen gusto en todo lo que tú presentes.

7. Acepta las sugerencias. No reprimas a quienes tienen formas novedosas ni a quienes son creativos.

8. Acepta la ayuda que te ofrezcan.

9. Cuando ya no sepas qué hacer con algún alumno envíalo con una nota a la dirección a o a la coordinación.

10. De vez en cuando da alguna instrucción sobre cortesía y buenas maneras.

11. Enseña a tus alumnos la forma como deben comportarse al recibir a una autoridad en el salón.


***********

Si conoces otros consejos de la tradición marista para mejorar tu práctica educativa, no dudes en compartirlos en los comentarios.



















lunes, 27 de noviembre de 2017

Consejos de Don Chaly para los maestros (10: Disciplina)




Recordando al Hermano Carlos Toral quiero poner a disposición de una serie de consejos que solía repetir y compartir. Son consejos que surgen de la tradición marista sobre el trabajo escolar, que poco a poco fue recopilando. Espero que estos consejos ayuden a los maestros jóvenes a ser buenos educadores y a los maestros con años en la docencia a recordar aspectos a cuidar.

**************************************

Disciplina

1. La mejor forma de que no haya desorden es tener siempre útilmente ocupados a los alumnos con trabajos interesantes y dentro de sus capacidades.

2. Si se produce un desorden, detente, contrólate y controla el grupo.

3. Debes estar atento a la postura de los alumnos tanto sentados como de pie.

4. Habla poco, hazlo con tranquilidad y calma y realiza mucho. Siéntete responsable del buen orden de tu grupo.

5. Mantente siempre atento.

6. No repitas órdenes cuando alguien está distraído, es perder tiempo.

7. Haz que los alumnos se acostumbren a pensar antes de hablar.

8. Toma el libro de texto de un modo correcto y exige lo propio a los alumnos.

9. No permitas que rayen el libro. Cuida que no rayen ni maltraten el escritorio o las paredes.

10. Investiga las formas de controlar a los alumnos que platican. Responde rápidamente pero no con precipitación.

11. Trabaja por ganarte la confianza y la buena voluntad de tus alumnos.

12. Sólo en ocasiones acepta contestaciones en coro, normalmente exige que la respuesta la dé sólo uno.

13. Sólo con permiso previo pueden los alumnos hablar, salir de su lugar, etc.

14. Pide que las respuestas sean sensatas, completas y con un lenguaje correcto.

15. Anima la creatividad, pero acostumbra a los alumnos a encontrar lo esencial en un trabajo.

16. Los trabajos escritos deben estar limpios, completos y a tiempo.

17. Es bueno que todo el salón estalle en una carcajada, pero no permitas que celebren las tonterías (payasadas) de algunos alumnos.

18. No temas aceptar que tuviste una equivocación, pero... procura que no sea muy frecuente.

19. Ayuda a los alumnos cuando han tenido que faltar o que no han entendido algo.

20. No atribuyas a tus alumnos mala voluntad o mala intención, cuando cometan alguna falta.

21. Sé imparcial, constante y firme.

22. Respeta los derechos y los sentimientos de los alumnos. Trata de ver las cosas como las ven ellos.

23. Adquiere buenos hábitos de estudio, así podrás contagiar a tus alumnos.

24. Advierte todo, haz la vista gorda de algunas cosas y otras déjalas en el olvido.

25. Corrige de forma individual, excepto cuando la disciplina general del grupo está sufriendo.

26. El tino en la corrección es más efectivo que la severidad.

27. Si tienes que imponer un castigo exige que se cumpla bien. Haz que los buenos alumnos sientan que aprecias sus esfuerzos.

28. Busca oportunidades para animar a todos los alumnos, hasta a los más atrasados.

29. Sé franco y sincero con todos. No des especial atención sólo a algunos alumnos.

30. En toda ocasión muéstrate cortés y pide esto a tus alumnos. Atiende a las excusas y a las explicaciones que tenga que darte un alumno.

31. Acuérdate que algunas veces suceden cosas sin mala voluntad.

32. Nunca reprendas en público una falta privada.

33. No permitas que un grupo de alumnos te rodee impidiendo el que puedas ver a cada uno de los alumnos de la clase.

***********

Si conoces otros consejos de la tradición marista para mejorar la disciplina, no dudes en compartirlos en los comentarios.

























lunes, 20 de noviembre de 2017

Consejos de Don Chaly para los maestros (9: Al dar la clase)



Recordando al Hermano Carlos Toral quiero poner a disposición de una serie de consejos que solía repetir y compartir. Son consejos que surgen de la tradición marista sobre el trabajo escolar, que poco a poco fue recopilando. Espero que estos consejos ayuden a los maestros jóvenes a ser buenos educadores y a los maestros con años en la docencia a recordar aspectos a cuidar.

**************************************

Al dar tu Clase

1. Ten un plan preciso de lo que pretendes realizar.

2. No permitas que tus alumnos estén desperdigados por todo el salón.

3. Antes de iniciar un trabajo pide a los alumnos que estén listos con lo necesario.

4. La tradición dice: ‘‘qué, cómo y con qué; y después, da la orden de ejecución”

5. Exige que los escritorios estén libres de todo aquello que no sea necesario para el trabajo a realizar. Da el ejemplo manteniendo limpio tu escritorio.

6. Mantén constantemente a todos tus alumnos al alcance de tu vista.

7. Rápidamente detecta cuando algunos alumnos están distraídos.

8. Ataca con rapidez la emergencia cuando ésta se presente. Trata con tacto y caridad al alumno que está alterado.

9. Prevé qué es lo que sigue.

10. Enseña a tus alumnos a estudiar.

11. No repitas algo cuando lo consideres pérdida de tiempo.

12. No permitas a los alumnos repetir los errores que otros han cometido.

13. Evita la monotonía en el pensamiento, en la voz y en los trabajos.

14. No hables mucho. Ni lo hagas en voz muy fuerte.

15. Distingue entre torpeza, pereza e ignorancia... y trata al alumno en consecuencia.

16. También distingue las preguntas que denotan brillantez, tontería o picardía.

17. Piensa más rápido que tus alumnos y haz mejor trabajo que ellos.

18. Descubre por la postura de tus alumnos si la clase está interesante o aburrida.

19. Indaga por qué está fracasando un alumno y ayúdalo personalmente en donde esté débil.

20. Siéntete responsable de la atención de cada uno de tus alumnos.

21. No todos vemos las cosas de igual modo; por consiguiente, usa diversas formas para enseñar un mismo tema.

22. No pierdas tiempo dictando problemas o resúmenes, o copiando en el pizarrón. Emplea los textos o los medios mecánicos o electrónicos de copiado.




***********

Si conoces otros consejos de la tradición marista para dar una buena clase o lección, no dudes en compartirlos en los comentarios.











lunes, 13 de noviembre de 2017

Retos para los laicos del Capítulo General.


Les comparto la conferencia que dio Nohemy Pinto sobre los retos a los que lanza el XXII Capítulo General de los Hermanos Maristas para los Laicos. 


Durante su presentación compartió su experiencia del capítulo, los documentos sobre laicado aprobados (Ser laico marista y el Nuevo Proyecto de Vida)

Desde su punto de vista el Capítulo General presenta tres desafíos para los laicos maristas: Primero, Reconocernos como familia carismática, lo  que significa que el centro  es el carisma, nuestro punto de  encuentro es vivir el carisma como un signo de vida para la Iglesia y para el mundo. Segundo, revitalizar el Movimiento Champagnat de la Familia Marista, en este punto hizo énfasis en el liderazgo laical, como propuesta de vivir desde nuestra propia vocación. Finalmente mencionó el liderazgo laical sólido y bien formado, crear un liderazgo que implica vivir experiencias y propicie espacios en donde crezca la consciencia de vocaciones, crear condiciones necesarias (recursos, programas, experiencias, personas) para promover los procesos de formación laical.

Nohemí terminó su presentación con una frase del Hno. Emili Turu “tanto hermanos como laicos tenemos muchos fantasmas y suposiciones en nuestras mentes, y la experiencia nos dice que éstos se evaporan cuando nos sentamos a compartir vida y fe”. Por tanto la invitación fundamental es, a sentarnos en la misma mesa y dialogar como hermanos con nuestras diferencias, todos a vivir el don de la fraternidad, es el signo de vida, es en la mesa donde se rehacen las fuerzas, donde nos aceptamos diferentes pero complementarios.

Y a tí, ¿A qué te reta el Capítulo General? 

Consejos de Don Chaly para los maestros (8: Material Audiovisual)



Recordando al Hermano Carlos Toral quiero poner a disposición de una serie de consejos que solía repetir y compartir. Son consejos que surgen de la tradición marista sobre el trabajo escolar, que poco a poco fue recopilando. Espero que estos consejos ayuden a los maestros jóvenes a ser buenos educadores y a los maestros con años en la docencia a recordar aspectos a cuidar.

**************************************
Material audiovisual.
Nota: Ciertamente Don Charly conoció desde el pizarrón, el franelógrafo, las diapositivas, los videos (todavía en VHS) y las presentaciones de Power Point. Pero se pueden utilizar con los videos actuales y todo lo que surja. Estoy seguro que Don Charly los agregaría a esta lista. -

1. Adquiere el hábito de coleccionar material que pueda servir para tus clases.

2. Haz uso de ilustraciones, carteles, diagramas, pizarrón, experimentos, comparaciones, ejemplos, presentaciones, videos, etc. Pide a tus alumnos que consigan materiales para la clase. Pide exactitud en los trabajos a los alumnos.

3. Al dar tu clase emplea diferentes formas y distintos materiales
***********

Si conoces otros consejos de la tradición marista sobre el uso de material didáctico, no dudes en compartirlos en los comentarios.



viernes, 10 de noviembre de 2017

Las llamadas del XXII Capítulo General. Conferencia del H. Pepe Sánchez

Continuando con el tema del XXII Capítulo General, y siguiendo los temas de la Reunión de Fraternidades Maristas de México, les comparto la intervención del Hermano José Sánchez Bravo, provincial de México Central. 

El Hermano Pepe (como le decimos) nos compartió las cinco llamadas del Capítulo, explicando cada una así como los íconos respectivos. 




Si toda vía no han visto los videos del Hermano Ernesto Sánchez, Superior General y del Hermano Miguel Ángel Santos que contextualizan el Capítulo General, no dejen de hacerlo. 

Los invito a dejar en un comentario, ¿A  cuál de las llamadas te sientes más invitado a vivir?

lunes, 6 de noviembre de 2017

Consejos de Don Chaly para los maestros (7: El arte de Preguntar)



Recordando al Hermano Carlos Toral quiero poner a disposición de una serie de consejos que solía repetir y compartir. Son consejos que surgen de la tradición marista sobre el trabajo escolar, que poco a poco fue recopilando. Espero que estos consejos ayuden a los maestros jóvenes a ser buenos educadores y a los maestros con años en la docencia a recordar aspectos a cuidar.

**************************************

El arte de preguntar.

El estilo educativo marista es muy dialogado y participativo, desde antiguo se basa en hacer preguntas, podemos hacer preguntas para descubrir la actitud mental de los alumnos, para deshacer dudas o para aclarar o provocar una discusión. 

Hay algunas cuestiones a tomar en cuenta.

1. Trata de dominar bien la materia y de poder relacionar sus partes.

2. No uses al pie de la letra el texto, ni las preguntas tal como están ahí redactadas.

3. Haz las preguntas con un lenguaje sencillo, directo y claro.

4. Haz preguntas que pidan reflexión por parte de los alumnos. Varía las preguntas de tal modo que todos se obliguen a estar atentos y activos mentalmente.

5. Da oportunidad a los alumnos de pensar antes de dar una respuesta.

6. No hagas muchas preguntas que estén por encima de la capacidad media de tus alumnos.

7. Pon vida y entusiasmo en tus preguntas.

8. Sé bondadoso, pero no sugieras la respuesta.

9. Evita el preguntar demasiado.

10. No canses a un alumno a base de preguntas.

11. No preguntes sólo a los alumnos brillantes.

12. No es necesario que sigas siempre el texto, pero siempre sé exacto en lo que dices.

13. Responde correctamente a todas las preguntas importantes y sensatas que te hagan los alumnos.

14. Reconoce el valor de una buena pregunta cuando es hecha con buen espíritu.

15. No es obligatorio que sepas todas las respuestas a las preguntas que te hagan lo alumnos, en ocasiones pide que tanto ellos como tú van a investigar la respuesta.

***********

Si conoces otros consejos de la tradición marista para mejorar la participación de los alumnos, no dudes en compartirlos en los comentarios.

viernes, 3 de noviembre de 2017

El Instituto Marista y el Vaticano II


Foto de Andreas Tille - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, Enlace


Creo que los últimos años, del Instituto y de la Iglesia, han estados marcados por el Concilio Vaticano II. Solo para recordar en 1962, se inaugura en Roma el Concilio Vaticano II. Convocado por el Papa Juan XXIII, este Concilio será el detonante de una serie de cambios o “puesta al día” de la Iglesia.
Hay un sacerdote Jesuita, Víctor Codina que lee el concilio en 4 claves. (1) Una nueva postura ante el mundo; (2) El redescubrimiento de la comunidad, la Iglesia misma es definida como una comunidad-Pueblo de Dios; (3) El retorno a las fuentes; y (4) el redescubrimiento del Espíritu Santo.
Estas mismas claves han influido en la vida marista.
Primero: Los maristas nos situamos de una manera nueva ante el mundo, el mundo ya no se ve de la manera dualista como encarnación del mal, sino como el terreno donde debemos cultivar el Reino de Dios, se ve como sacramento de Dios. Por tanto, las relaciones de desconfianza con la política y la ciencia cambiaron, creo que en nuestra educación ya superamos (espero) la etapa de la división entre ciencia y religión, por ejemplo, en el relato de la creación del mundo. Al mismo tiempo, se desarrolla el diálogo, como nos han mostrado los hermanos del XXII capítulo general. Esta misma postura nos lleva a valorar mejor la dignidad humana, a denunciar lo que va en contra de la dignidad como pecado que es y a luchar por un mundo más humano y justo. La misión no solo es enseñar el catecismo y las demás materias, evangelizar incluye la promoción humana de nuestros alumnos.
Segundo: Los maristas queremos visión de Iglesia como Pueblo de Dios, donde los laicos se sienten a la “misma mesa”, reconociéndonos hijos de un mismo Padre. Sabemos que Dios regala el carisma marista tanto a los religiosos-hermanos como a los laicos. Al mismo tiempo nos convertimos en promotores de un estilo comunitario basado en la fraternidad y la comunión. Con una visión diferente de la autoridad que se transforma en servicio.
Tercero: En un retorno a las fuentes. En una continuidad con los hermanos que nos han precedido, bebiendo de las fuentes de Marcelino Champagnat, queremos actualizar el carisma. Es por eso que se han renovado los documentos base, se han escrito documentos como Misión Educativa, Agua de la Roca, En torno a la misma mesa y los hermanos nos encontramos en la revisión de las constituciones.
Finalmente, reconocer que el carisma es obra del Espíritu Santo, él dirige y guía a la Iglesia y al Instituto y regala dones y carismas a sus hijos. Este mismo Espíritu que nos invita a discernir su voluntad y a realizarla. Que capacita tanto a laicos como hermanos para los puestos de autoridad-servicio.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Intervención del H.Miguel en la Reunión de Fraternidades de México.


Como ya les comentaba en una entrada anterior  el pasado octubre, participé en la Reunión de Fraternidades Maristas de México. El tema principal fue el XXII Capítulo General de los Hermanos Maristas. 

La primera intervención fue del Hermano Ernesto Sánchez, Superior General. La segunda Intervención fue del Hermano Miguel Ángel Santos. 

En el vídeo explica lo que es un Capítulo General, cuenta su vivencia, explica lo que significó participar para él, especialmente la oración contemplativa y la escucha contemplativa. Además toca algunos puntos del desarrollo de las sesiones y el trabajo de elección de Superior General, Consejeros y aprobación del proyecto de constituciones. 

Espero lo disfruten. 




martes, 31 de octubre de 2017

Intervención del H. Ernesto en la Reunión de Fraternidades de México.



El pasado 27 de octubre, tuvo lugar la reunión de Fraternidades Maristas de México, en la Ciudad de Guadalajara. 

Aprovechando la presencia del recién nombrado Hermano Superior General en la ciudad, se le invitó a estar algunos momentos en la reunión.  En el diálogo, habló sobre su experiencia del Capítulo General y su elección. 

Como mensaje, se enfatiza el Nuevo Lavalla, la Mesa de Lavalla. Retomando algunos puntos de su mensaje en el Capítulo nos dice que tenemos que poner la "mesa patas para arriba" (otra forma de decir, el "Armen Lío" del Papa Francisco). Con las 4 patas: Comprometernos en la búsqueda de Dios; El formar hogares vivos; Tomar en serio la opción de Champagnat y, finalmente, La Casa común. 

¿Qué de novedoso podemos vivir? 





Pronto tendremos las demás intervenciones donde los Hermanos Miguel Ángel Santos, José Sánchez, Jesús Hernández y Víctor Preciado, contaron su experiencia de Capítulo y comenzaron a transmitir el mensaje a los laicos de la Provincia. 









Consejos de Don Chaly para los maestros (6: Al dar la clase)



Recordando al Hermano Carlos Toral quiero poner a disposición de una serie de consejos que solía repetir y compartir. Son consejos que surgen de la tradición marista sobre el trabajo escolar, que poco a poco fue recopilando. Espero que estos consejos ayuden a los maestros jóvenes a ser buenos educadores y a los maestros con años en la docencia a recordar aspectos a cuidar.

**************************************


Al dar la clase. 


1. Ten un plan definido para cada lección.

2. Inicia recordando algún punto de las lecciones pasadas o una experiencia previa de los alumnos.

3. Haz un resumen, ya sea oral o escrito, de lo que se ha visto. De preferencia escríbelo en el pizarrón. Mientras a base de preguntas haces el repaso de lo visto.

4. Siempre que sea posible, forma a tus alumnos a sacar conclusiones, a enunciar definiciones y descubrir reglas, Es decir: haz que tus alumnos se acostumbren a reflexionar.

5. No seas demasiado rígido al seguir tu plan, aprovecha las circunstancias que se presenten para hacer más interesante y práctica la lección.

6. Anima a los alumnos a hacer preguntas ya sea durante la exposición o al terminar. Acostúmbralos a que no se queden con dudas o asuntos no comprendidos.

7. Enseña a tus alumnos a aprovechar los índices de sus textos y los sumarios, sobre todo en los repasos.

8. En las tareas a realizarse en la casa sé muy claro en cuanto a qué, cómo y cuándo.


***********


Si conoces otros consejos de la tradición marista para dar una buena clase o lección, no dudes en compartirlos en los comentarios.