miércoles, 8 de marzo de 2017

Buscar a Dios en el Silencio.



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En nuestros momentos de soledad cultivamos una vida interior que fortalece nuestro amor al mundo y nuestra comunión con él. De esta forma nos hacemos más sensibles a la vida. Aunque experimentamos la pobreza de nuestros fallos y limitaciones, también reconocemos la belleza y maravilla de la humanidad y de toda la creación. (Agua de la Roca 89).



Hay una historia sobre un grupo de trabajadores que recogían aserrín en una bodega. De pronto uno de ellos descubrió que no traía su reloj, había caído en el aserrín. Todos se pusieron a buscarlo, pero no lo encontraron y pronto la búsqueda degeneró en una guerra de aserrín, se lanzaban aserrín unos a otros, hasta que se formó una gran nube. El reloj no apareció y ellos cansados por el juego salieron a tomar un refrigerio.

Un joven los observaba. Entro a la bodega y al poco rato se acercó al grupo con el reloj en la mano. Le preguntaron: - ¿Dónde lo has encontrado? A lo que el joven respondió que en la bodega. – Pero nosotros no pudimos encontrarlo, argumentaron, ¿Cómo le has hecho? El joven respondió: He guardado silencio hasta escuchar el suave tic-tac del reloj. Una vez que lo escuche fue fácil sacarlo del aserrín.

El silencio es muy importante. La verdadera oración empieza en el silencio. El silencio para estar atento a Dios.

El silencio no es sólo la ausencia de ruido...eso puede ayudar... pero el silencio es una tranquilidad de la mente y del corazón que permite una comunicación profunda con Dios.

Una mente quieta significa soltar los deseos, planes, metas, palabras, conceptos, preocupaciones, trabajo por hacer, etc. Estos elementos cierran la comunicación íntima entre Dios y uno mismo.

El silencio es una disciplina del oído, más que de la lengua. Silenciamos nuestra lengua para poder oír mejor. ¡Qué difícil es apreciar los sonidos tenues cuando estábamos hablando!

Ahora bien, la voz de Dios es un sonido sumamente tenue y delicado, sobre todo para unos oídos no habituados a ella.

Si nuestros oídos no están habituados a escuchar la voz de Dios, entonces tenemos una especial necesidad de silencio.

2 comentarios:

  1. Esto lo compartí en facebook y fue de mucha ayuda para algunas personas, y para mi, una fuerte llamada de atención.... Muchas gracias!!!

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    1. Ánimo el silencio nos puede llevar a encontrar la humildad y la sencillez. No temas el silencio. Saludos.

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