Hoy presentamos una de las maneras que utilizamos los hermanos Maristas para realizar la revisión de nuestra jornada.
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REVISIÓN DE LA JORNADA A LA MANERA DE MARÍA
a) Entra en tu habitación
b) Se le apareció un ángel
c) Llamada: Alégrate, María, el Señor está contigo
d) María se turbó mucho
e) Fruto: Concebirás y darás a luz... ¿Cómo puede ser esto?f) El Espíritu de Dios te cubrirá con su sombra
g) ¡Sí, Señor! Que se haga en mí lo que has dicho
En la evolución de la escena del anuncio del ángel a María se desarrollan los pasos de la revisión de la jornada. Siente que Ella está junto a ti y que se debate en tus mismas preguntas y experiencias.
a) Entra en tu habitación
Elige un momento para entrar en ti mismo. Recuerda que, aunque sea difícil rezar, es el Espíritu quien ora en ti. Olvida toda preocupación y sentimiento particular.
b) Se le apareció un ángel.
Dios está presente en toda tu jornada. Piensa en su fidelidad. Haz venir a tu espíritu los acontecimientos del día.
¿Ha habido momentos o lugares en los que has sentido especialmente la presencia de Dios? ¿Ha habido entre las personas con las que has convivido algún ángel que te ha desvelado la Palabra y el amor de Dios?
c) Llamada: Alégrate, María, el Señor está contigo
Dios te conoce como eres, te habla al corazón y te llama por tu nombre. Estás en el reino de la alegría porque él te ama infinitamente.
¿Cuáles han sido tus gozos en el día de hoy? ¿Y tus sufrimientos? ¿Has sentido alguna llamada especial de Dios a crecer?
d) María se turbó mucho
¿Cuál ha sido hoy tu sentimiento más profundo? ¿Has tratado de reprimir algún sentimiento?Elige una palabra o imagen en que resumas tu día.
Y Dios ¿qué palabra elegiría para describir tu jornada? ¿Hay algo que te turba en la manera como Dios te invita a crecer? ¿Qué es lo que te da fuerzas?
e) Fruto: Concebirás y darás a luz... ¿Cómo puede ser esto?
Ahora que has reflexionado sobre tu jornada, sobre los acontecimientos, sobre las personas encontradas, sobre tus pensamientos y sentimientos: ¿cómo definirías tú la invitación que Dios te hace en este momento? ¿Qué te dice Dios de tu propia vida? Lo que te pide Dios, ¿está más claro para ti cada día?
¿Consideras su invitación como una llamada a un nuevo impulso, o como una llamada a morir, a abandonar una parte de ti mismo, o como una llamada a vivir un tiempo de gracia y plenitud?
Formula ante Dios tus preguntas y tus sentimientos ante la nueva vida a la que te invita.
f) El Espíritu de Dios te cubrirá con su sombra
Acuérdate de que Dios no sólo te llama, también te da la gracia para responder y orientar tu vida.
Pide a Dios que te bendiga y que te dé confianza; pide la ayuda de Jesús, de María, de Marcelino y de todos tus Hermanos. Dedica algunos minutos a la presencia de Dios y deja al Espíritu de Jesús que te llene con su fuerza.
g) ¡Sí, Señor! Que se haga en mí lo que has dicho
Este último momento de tu oración no ha de centrarse en tus propias fuerzas. Cultiva, más bien, una actitud como la de María y da un paso más hacia la donación total.Pon de nuevo en Dios tu corazón, tu espíritu, todo tu ser. Recita unas palabras de confianza y abandono. Pídele que te ayude a vivir tu abandono en Él, tu "SÍ"' a la nueva llamada que te hace para el día de mañana.
imagen:De El Greco - [2], Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=49773885