viernes, 16 de diciembre de 2016

El primer lugar en Belén (Parte 1)



Esta reflexión comenzó con un Chiste, una de esos cuentos graciosos. Estaban un dominico, un franciscano y un Marista tomando un retiro con un Jesuita. El que los dirigía les propuso una contemplación usando los sentidos sobre el nacimiento de Jesús. Después de realizar la contemplación les propuso platicar su experiencia. El dominico comenzó platicando su admiración ante Jesús, todo Dios hecho Hombre, el misterio de la encarnación y pasó cerca de 20 minutos hablando sobre el abajamiento de Dios para volverse hombre. En segundo lugar habló el franciscano, recordó lo mucho que a San Francisco le agradaba montar Nacimientos en Navidad y pasó 20 minutos admirado y alegre ante la pobreza que reinaba en el pesebre. Al llegar el turno del Marista comentó que el fue a platicar directamente con José y que en la plática le preguntó ¿En qué colegio inscribiría al Chiquillo?

No creo necesario recordar la anécdota que nos narra el Hno. Juan Bautista, en el libro de Enseñanzas Espirituales. Cuentan que un día, Marcelino, explicando el evangelio de la fiesta de Santiago en que la madre de los hermanos Zebedeos le pide a Jesús el primer puesto para ellos en su futuro reino, Marcelino comentó a los hermanos que también él quería que los maristas ocupasen los primeros puestos en tres sitios muy especiales. El primero de ellos era en el portal de Belén.

Ante esto me pregunto: ¿Qué vería Marcelino importante en el portal de Belén? ¿Por qué proponerlo como un lugar para tener presente? ¿Qué aprendió Marcelino al contemplar el portal de Belén?
Quizá la petición de posada tenga que cambiar este año para permitirnos acercarnos a la experiencia de Marcelino.

(Si quieres puedes poner tu respuesta a estas preguntas en los comentarios)
(Continuará)


(Imágen: Giorgione - Adoration of the Shepherds tomada de commons.wikimedia.org)

1 comentario:

  1. En mi opinión Marcelino veía que en el lugar más humilde pese a todas sus carencias Dios se puede hacer presente y realizar cosas inimaginables y maravillosas.

    A Dios no le importa nuestros defectos o lo poco que tengamos, Él nos ama tal y como somos, así como el portal de Belén.

    Lo que aprendemos del portal de Belén es que puede haber situaciones apremiantes y donde tenemos muchas carencias y aún así Dios está con nosotros.

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