lunes, 6 de marzo de 2017

La presencia de Dios según San Marcelino


Foto: https://pixabay.com/es/luz-círculo-presencia-106764/


La espiritualidad marista ha utilizado diversos caminos para acercarnos a Dios, uno de los principales y que data de tiempos de Marcelino es la presencia de Dios.

Si revisamos las cartas que escribió Marcelino, encontramos dos donde es explícitamente mencionada, las cartas: PS244 y PS247. Estas cartas son cartas de dirección espiritual entre Marcelino y los hermanos en ellas leemos: “Camine todos los días de su vida en la santa presencia de Dios.” (PS244) y

“Otro buen medio para adquirir las virtudes religiosas es, como usted bien sabe, mi querido amigo, la práctica de la santa presencia de Dios, recomendada por todos los maestros de la vida espiritual. Aunque para las personas del mundo no sea más que de consejo, para los religiosos es un mandato. Ejercítese, pues, en ella durante el resto de la cuaresma.” (PS247)


No solo estos testimonios, sino su mención en el Testamento Espiritual, en las reglas y en la biografía nos hacen ver su importancia. Es más, en las constituciones actuales de los Hermanos Maristas aparece cuando menos en cuatro ocasiones:

“…A ejemplo del Fundador, vivimos en presencia de Dios y sacamos nuestro dinamismo del misterio de Belén, de la Cruz y del Altar. El éxito de nuestro trabajo lo esperamos sólo de Dios, persuadidos de que, si el Señor no construye la casa, en vano se afanan los constructores.” (Art 7)

“El Padre Champagnat, por el ejercicio de la presencia de Dios, llegó a vivir en oración continua, aun en medio de las ocupaciones más absorbentes. Recurría sin cesar a Dios. Nunca, decía, me atrevería a emprender nada sin antes habérselo encomendado a Dios mucho tiempo. Al celebrar la Eucaristía y en las frecuentes visitas al Santísimo Sacramento, su fe profunda le hacía casi sensible la presencia de Jesús. Se dirigía a María con la confianza de un niño…” (Art. 68)

“… Seguros de la ternura del Padre, perseveramos en la meditación con fe y entereza, a pesar de las dificultades que podamos encontrar en ella, le dedicamos diariamente media hora, por lo menos, y la prolongamos durante el día por el ejercicio de la presencia de Dios”. (Art 71)

“La oración es para nosotros una necesidad absoluta. No se limita a los ejercicios de piedad, ni se identifica con el trabajo apostólico: es presencia y comunión con Dios, que se hace más cercano cuando atendemos a los demás. Poco a poco unifica nuestra vida y llega a convertirse en oración continua, que penetra nuestra acción y se hace perceptible en nuestro rededor…” (Art. 77)

En el Testamento Espiritual se nos invita a perseverar en el ejercicio de la presencia de Dios. “Pido también al Señor y deseo con toda mi alma, que perseveréis fielmente en el santo ejercicio de la presencia de Dios, alma de la oración, de la meditación y de todas las virtudes.”

Esta preferencia por la presencia de Dios se expresa en la regla de 1837:

A las cuatro y media la meditación que debe hacerse siempre en comunidad como en la Casa-Madre. El tema será leído desde la víspera con el fin de pensar en él durante los intervalos del sueño, para preparase bien y no tentar al Señor. En la mañana no se leerá públicamente dicho tema, sino que cada quien es libre de revisarlo en particular o de tomar otro, según su gusto aprobado por el Director. No se contenten con esta media hora de meditación; traten de continuarla en las diferentes acciones del día por el recuerdo de la Presencia de Dios y la práctica de oraciones jaculatorias. (REGLA 1837, 02, 02)

De forma más explícita se explica en la regla de la casa madre:

[RCM37, 01, 29, 01]: Los hermanos procurarán conservar el recuerdo habitual de la presencia de Dios por la práctica del recogimiento y la modestia, proponiéndose por modelos Jesús, María y los santos.

[RCM37, 02, 32, 01]: Se aprenderá con cuidado las reglas que se han de seguir en la meditación para dedicarse útil y fácilmente en este santo ejercicio que es tan necesario en la santificación. He aquí un resumen. Para estar siempre dispuesto a hacer bien la meditación es preciso conservarse en la presencia de Dios, mortificar sus pasiones y sus sentidos, con el fin de que el espíritu esté siempre dispuesto a unirse a Dios, conservándose cerca de él; de otra manera se tendrá gran dificultad y se perderá mucho tiempo cuando se intente recogerse para meditar. Los Padres Espirituales llaman a esta continua presencia de Dios la preparación remota de la meditación.

[RCM37, 02, 32, 02]: La meditación tiene tres partes: la preparación, la meditación propiamente dicha y la conclusión. En la preparación hay que hacer tres cosas: 1º ponerse en la presencia de Dios, 2º implorar su auxilio y sus luces, 3º proponerse el sujeto sobre el se va a meditar.

Según Mesonero (2012): La presencia de Dios puede entenderse de dos modos diferentes, pero no incompatibles. De hecho, una precede a la otra en la evolución de la fe. Una cosa es meterse en la presencia de Dios a través del ejercicio de recordarle, y otra es la unión con Dios, donde el creyente vive en la presencia continua de Dios. Marcelino vivió las dos formas.

Para fomentar el primer modo, Marcelino empleaba el recuerdo de Dios al comenzar la oración. Y durante el día, las jaculatorias, la oración de la hora permiten recordarle. Es un ejercicio ascético.

Siguiendo a Mesonero (2012), la segunda manera de entender presencia de Dios no está desarrollada por los primeros biógrafos de Marcelino. Aunque la vivió, es la unión con Dios, es una etapa mística. Aquí no se puede entrar en la presencia de Dios porque la persona no sale de ella. Prueba que Marcelino vivía en esta presencia de Dios son los garabatos que se encuentran en algunos escritos como cartas y cuadernos y la facilidad que tiene para percibirle en su vida diaria.

Un ejemplo hacia el final de su vida es cuando escribe al hermano Francisco (carta PS175) donde le expresa:

“¿Cuándo saldré de París? No sé nada, cuando Dios quiera. Si es para gloria de Dios que yo muera en París, que se haga su santa voluntad y no la mía. Estoy siempre decidido a ver el fin de este asunto. El Sr. Chanut se va; heme aquí solo soñando. Qué digo, jamás se está solo cuando se está con Dios.”

Marcelino no se siente solo, porque está de continuo en su presencia, por eso afirma ¡Qué digo! Jamás estoy solo puesto que estoy siempre con Dios. ¿Cómo crecer en la presencia de Dios? Para poder decir esta última frase con Marcelino.

El biógrafo de Marcelino menciona[1] que en el tema de presencia de Dios se inspira en San Francisco de Sales. En su libro de Introducción a la Vida Devota, San Francisco menciona 4 medios para recordar la presencia de Dios antes de iniciar una oración:

1) Pensar que Dios está en todas partes, y que no hay lugar ni cosa en este mundo donde no esté con su real presencia; de manera que, así como los pájaros, por dondequiera que vuelan, siempre encuentran aire, así también nosotros, dondequiera que estemos o vayamos, siempre encontramos a Dios.

2) Pensar que no solamente Dios está presente en el lugar donde te encuentras, sino que está muy particularmente en tu corazón y en el fondo de tu espíritu, al cual vivifica y anima con su presencia.

3) Considerar que nuestro Salvador, en su humanidad, mira desde el cielo todas las personas del mundo, especialmente los cristianos que son sus hijos, y todavía de un modo más particular, a los que están en oración, cuyas acciones y movimientos contempla.

4) Servirse de la imaginación, representándonos al Salvador, en su humanidad sagrada, como si estuviese junto a nosotros, tal como solemos representarnos nuestros amigos, cuando decimos: me parece que estoy viendo a tal persona, que hace esto y aquello; diría que la veo, y así por el estilo.

Más tarde, San Francisco de Sales, indicará como instrucción al día de retiro.

“Pon, cuantas veces puedas, durante el día, tu espíritu en la presencia de Dios, por alguna de las cuatro maneras más arriba indicadas; considera lo que hace Dios y lo que haces tú, y verás cómo sus ojos te miran y están perpetuamente fijos en ti, con un amor incomparable. ¡Oh Dios!, dirás, ¿por qué no te miro yo siempre como Tú me miras a mí? ¿Por qué piensas en mí con tanta frecuencia, y yo pienso tan poco en Ti? ¿Dónde estamos, alma mía? Nuestra verdadera morada es Dios, y ¿dónde nos encontramos?” (Segunda Parte, capítulo XII)

La presencia de Dios también se encuentra presente en la espiritualidad de otros fundadores por ejemplo Chaminade. El fundador de los Marianistas, propone la Presencia de Dios como el segundo paso en su camino a la santidad o método de las virtudes. Para él, primero hay que avanzar en el silencio y luego en el recogimiento. Los silencios que propone son 5: El silencio de Palabras (ser dueños de nuestra lengua); El silencio de Signos o de Gestos (ser dueños de nuestras emociones); El silencio de la mente (la atención); El silencio de pasiones y el silencio de la imaginación. A continuación, propone el recogimiento dando dos definiciones: (1) El recogimiento propiamente dicho que consiste en reunir todas las facultades del alma para emplearlas en hacer bien todas las acciones y (2) el recogimiento religioso que consiste en hacer bien todas las acciones, pero al mismo tiempo conservar la presencia de Dios.

San Ignacio de Loyola, no menciona la presencia de Dios de forma mística en sus ejercicios, pero en la última contemplación de los ejercicios, conocida como la contemplación para alcanzar Amor, propone el contemplar a Dios actuando en el mundo, de forma similar a la Presencia de Dios de San Francisco de Sales. San Ignacio propone traer a la memoria todos los beneficios recibidos de creación, redención y dones particulares, mirando con mucho afecto todo lo que Dios ha realizado por mí. Luego mirar cómo Dios habita en las criaturas, en los elementos dando ser, en las plantas vegetando, en los animales “sensando”, en los hombres dando entender; y así en cada uno de nosotros dándome ser, animando, sensando, y haciéndome entender; asimismo haciendo templo de mí al crearme a imagen y semejanza suya. A continuación, considerar cómo Dios trabaja y labora por mí en todas cosas creadas y, finalmente, mirar cómo todos los bienes y dones descienden de arriba.


El Hermano Juan Jesús Moral Barrio (2015) en su libro: Mística y profecía de los primeros hermanos menciona que el mejor texto marista sobre la presencia de Dios se encuentra en uno de los cuadernos del Hermano Francisco, el sucesor de Marcelino. En dicho texto, el Hermano Francisco[2] analiza su obligación, utilidad y práctica.

Con respecto a la práctica de la Presencia de Dios, el Hno. Francisco indica que se necesita evitar cuidadosamente todo lo que podría ser un obstáculo a la presencia de Dios; y la fidelidad a los medios para adquirirla.

Como obstáculos a la presencia de Dios menciona: (1) El orgullo entendido como amor desordenado de nosotros mismos y nuestros propios intereses, y el apego a las criaturas. (2) La dispersión y falta de dominio de la mente, el corazón y los sentidos, como las ganas de hablar sin necesidad, la curiosidad de saber lo que no nos concierne, y para juzgar las acciones de los demás. (3). Por último, el conflicto en los negocios, donde nuestro deber y la caridad no son compatibles.

Como medios para adquirir la presencia de Dios menciona: (1) la pureza del corazón. (2). La oración: pedir todos los días esto gracias a Dios, levantar la mente y el corazón a Dios frecuentemente. (3) El silencio y el recogimiento: evitar hablar innecesariamente. (4) Búsqueda y realización de la voluntad de Dios buscando a Dios en todo y siempre ofreciendo a fin. (5) La contemplación de Dios en todas las criaturas, considerándolos como la imagen de Dios, como espejos que nos representan las perfecciones de Dios.

Considero que es importante en nuestra vida espiritual, no solamente como maristas, sino como cristianos el descubrir la presencia de Dios en todo momento. El camino de pasar de una presencia de Dios ascética a una presencia de Dios desde la mística pasa por la oración profunda, es un Dios que concede a los suyos, se adquiere por los momentos pasados con él en la oración. En esta experiencia vamos aprendiendo que somos la presencia de Dios en el mundo y que nuestra vocación es manifestar la presencia de Dios. Así nuestra vida se transforma en lo que Etty Hillesum, interpreto como llegar a vivir un "diálogo ininterrumpido contigo, Dios mío".





[1] En el capítulo V de la Segunda parte de la Biografía del Hno. Furet.
[2] Texto del Hermano Francisco, en el Archivo Digital de CEPAM: Cuaderno 308, en documentos maristas v2.

viernes, 3 de marzo de 2017

El educador que quería Marcelino


La educación marista surge en el contexto de Francia de principios del siglo XIX. En este momento, poco después de la revolución francesa, un grupo de jóvenes sacerdotes se consagran a María y prometen trabajar por la re-evangelización de su país y del mundo. Entre ellos se encontraba Marcelino Champagnat.

En dicha época la pugna entre el Estado y la Iglesia se manifestará en la búsqueda del control del sistema educativo, los maestros seculares que aprovechan la necesidad educativa trabajando en invierno, como mercenarios, y los maestros que enseñan los principios revolucionarios, dando preferencia a la enseñanza de las ciencias sobre el catecismo.

Marcelino aportará una idea, para re-evangelizar el país hace falta el trabajo educativo de la Iglesia, por lo que se propone formar maestros que hagan de los jóvenes buenos cristianos y buenos ciudadanos. Marcelino destinará a sus hermanos principalmente a los niños y jóvenes del campo, aunque fundará escuelas también en las pequeñas ciudades.

Los primeros hermanos (1818) se comprometieron a enseñar el catecismo, la oración, la lectura y el respeto por la autoridad (tanto civil como religiosa). Más tarde (1824), ampliará la lista para incluir la escritura, el cálculo, los principios de gramática, el canto y la historia sagrada. Un punto importante a aclarar es que al momento de la fundación el término “hermano” es ambiguo, se refería tanto a la persona laica, que trabaja en la parroquia y entre otras funciones tiene la de maestro de instrucción básica, como a los miembros de una orden religiosa. Esta ambigüedad desaparecerá en pocos años y hacia 1822, se referirá al “Religioso Hermano”, una mezcla de monaquismo y celo apostólico.

Marcelino buscará que sus hermanos adopten el método que utilizaban con éxito los Hermanos de las escuelas cristianas (Lasallistas) en las ciudades. Para esto contratará un maestro formado en dicho método que se conocerá como Método Simultaneo. Además, completará su formación con pequeñas charlas, que su biógrafo, el hermano Juan Bautista (Furet 1856/1989, p. 107-109, citado en Lanfrey, 2015: 263) describirá como: Sus instrucciones eran cortas, pero animadas y llenas de vida; se desarrollaban casi siempre sobre la piedad, la obediencia, la mortificación, el amor a Jesús, la devoción a la Santa Virgen y el celo por la salvación de las almas”.

Entre los temas que abordará estarán la oración como fuente de la virtud y perseverancia, el amor a Jesús y María, la vida religiosa como felicidad plena, y la importancia de la catequesis. Más tarde en 1824 agregará otros temas como son la oración, los sacramentos, la devoción a la Santísima Virgen; la vigilancia a los niños; el respeto a las autoridades civiles y religiosas; el amor al trabajo, el orden y el civismo; y, el buen ejemplo.

Mediante estás pequeñas charlas Marcelino logrará inculcar a los Hermanos una enseñanza espiritual sólida y ofrecerá a la sociedad una educación de calidad en condiciones asequibles.

Un tema importante de estas enseñanzas será el papel de los hermanos, le dará el matiz de vocación y lo comparará con el apostolado de los sacerdotes. Les dirá: Los hermanos deben lanzar la primera semilla y el sacerdote cultivarla”. (Lanfrey 2015:284)
De igual manera les pedirá ser expertos tanto en la instrucción religiosa como en las ciencias, a estas últimas les da el valor de medios. “Los hermanos son maestros pero para ser apóstoles”. (Lanfrey, 2015:285).

De esta manera se puede ver que la identidad del educador (hermano) que visualizaba Marcelino es un apóstol que realiza su misión de educar cristianamente a los niños y jóvenes.


Fuente: Lanfrey, André. (2015). MARCELINO CHAMPAGNAT Y LOS PRIMEROS HERMANOS MARISTAS 1789-1840: Tradición educativa, espiritualidad misionera y congregación. Carisma y principios educativos maristas, Vol. 1. Curitiba (PR): Editora Universitária Champagnat

* Este texto se presentó inicialmente como trabajo en la materia de "Origenes de la Tradición Pedagogica Marista" tomada en el 2016 en la maestría en Carisma y Misión Marista en la PUCPR-Curitiba

miércoles, 1 de marzo de 2017

El Hermano Eduardo Torres.


Carisma Vivo 


El carisma marista no es algo para ser descrito, es algo para ser vivido,en esta sección del blog algunos hermanos contestar un pequeño cuestionario que nos permitirá asomarnos a su vida y a su espiritualidad. 

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En esta semana presentamos al Hermano Eduardo Torres. El Hermano Eduardo pertenece a la provincia de México Occidental.  Actualmente es superior de la comunidad de Mérida-Chuburná. Fue mi maestro de Filosofía en alguna materia durante la licenciatura. Últimamente ha encontrado nuevas habilidades de escritor, pintor y escuchador. 


1. ¿Cuál es la lección más importante que te ha enseñado la Vida?
 Que siempre nos da nuevas oportunidades...todo una gracia del Dios de la Vida

2. Define en una frase el mundo en que vivimos.
 Es un mundo que se debate entre la destrucción y la construcción de su hábitat y de su propia Familia Humana

3. Si pudieras cambiar algo del mundo en que vivimos, ¿Qué sería?
 De la injusticia a la justicia, a la fraternidad.
 Anhelo, desde hace décadas, un mundo de Fraternidad y sin contaminación ambiental.

4. ¿Hay algo que hayas soñado y no hayas concretado?
 He soñado un mundo solidario y fraterno, estamos en camino...

5. Si respondiste a la pregunta anterior, ¿Por qué no lo has hecho?
 El egoísmo y la falta de confianza me ganan

6. ¿De qué te sientes más agradecido en tu vida?
 De los 73 años y meses de estar entre los hombres, mis hermanos, adultos y jóvenes; dando y recibiendo vida y ánimo

7. ¿Cómo sería para ti un día perfecto?
 Días perfectos no los hay, sí hay días plenos, en donde se percibe el Don de Dios y se puede responder en cierta medida sirviendo y amando.

8. Como religioso ¿Cómo mantienes el fuego de tu vocación?
 Con la presencia de mis Hermanos; de mi Hermano Mayor Jesús de Nazaret en quien nos identificamos; y con el contacto con los jóvenes, mis alumnos, mis hijos espirituales.

9. ¿Cuánto tiempo dedicas a la oración personal?
 Media hora y los fines de semana un poco más

10. ¿Cómo es tu oración personal?
 En base a la Palabra de Dios, en la confianza y el abandono

11. ¿Cuál es tu pasaje favorito del evangelio?
 El del Hijo Pródigo y los pasajes donde aparece María, la Madre de Jesús

12. ¿Cuál rasgo humano de Jesús intentas vivir?
 Su libertad basada en el contacto con Él y en el servicio de acompañamiento

13. ¿Quién es María para ti?
 Mi Madre, la Discípula de Jesús, quien siempre me ve y me escucha

14. ¿Qué admiras más en Marcelino Champagnat?
 Su confianza en Dios y su amor al Trabajo (la construcción constante del Reino de Dios)

15. ¿Qué significa para ti “Seguir a Jesús como María”?
 Me falta mucho por reflexionar el cómo, el cómo de María en el seguimiento de su Hijo... Tal vez: la contemplación constante de su Hijo aprendiendo de Él.

16. ¿Qué características tiene un marista?
 La confianza en Dios, la sencillez evangélica, el espíritu de familia, los jóvenes, ...

17. ¿Cuáles son las 5 cualidades que más valoras en una persona?
 libertad interior, amor con ternura, buen humor, servicialidad, amor a Jesús y María

18. ¿Qué es lo que menos soportas de una persona?
 La mentira

19. Una película que recomendarías y por qué.
 La la Land. Película hermosa por las actuaciones, por la música, por el amor de la pareja, por el baile...

20. Un libro que recomendarías y por qué.
 Jesús, Hoy, Albert Nolan. OP. . El Misterio del Ser, Gabriel Marcel.

21. ¿Cuál es tu hobby? (¿Qué haces para descansar?)
 Lectura, Chelem frente al mar. Cine. Televisión. Crucigramas y Sudokus. Siesta. Pinturas. 

22. ¿A qué equipo le vas?
 A los rojinegros del Atlas. La Academia. Los Amigos del Balón. Los Zorros. Las margaritas. La Furia. Los del Paradero.
 "Le voy al atlas aunque gane" dicen por ahí.

23. ¿Con qué personaje histórico y actual te gustaría tomar un café? ¿por qué?
 Con el Hermano Gabriel Rivat. Con Albert Einstein. Con Gabriel Marcel 

24. ¿Qué consejo darías a los jóvenes?
 Que tomen la vida entre sus manos, que busquen el sentido de esa vida para que, encontrándolo, sean felices y hagan felices a los demás. Así vivirán con pasión amando y sirviendo.

25. Una frase o cita que refleje tu filosofía de vida.
 Camina con la frente en alto sintiéndote unido a Jesús y a toda la creación.

lunes, 27 de febrero de 2017

Cuaresma, tiempo para contemplar la cruz.



Estamos por inciar la cuaresma. Un tiempo fuerte en la Iglesia. Al iniciar este tiempo quiero recordar una historia de la vida de San Marcelino. Según cuenta el libro de Avisos, Lecciones y Sentencias, un día Marcelino comentaba con algunos hermanos el pasaje donde la madre de San Juan le pide a Jesús los primeros puestos para sus hijos, expresó que él quería para los maristas tres primeros puestos, ser los primeros en Belén, en la Cruz y el Altar. El tiempo de cuaresma me parece propicio para la contemplación de la Cruz. 

En varias cartas del Padre Champagnat se encuentran citas sobre la contemplación de la Cruz o de la Pasión del Señor. Por ejemplo, en la carta PS219 dirigida al Sr. Blas Aurran:

“Estoy encantado de poder ofrecerle un pequeño testimonio de mi agradecimiento enviándole las meditaciones sobre la dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo por Sor Ana Catalina Emerich. Haré depositar esta pequeña obra en casa del Sr. Boui, superior del Gran Seminario de Aix.”.

Por su otra parte en las cartas a los hermanos, escribe al H. Avit (PS247): “El pensamiento de la muerte y de la pasión de Jesucristo es un excelente medio para rechazar todo pensamiento ajeno y contrario a la amable virtud.” O en la carta PS259: “Dígale pues a María que el honor de su Sociedad exige que le conserve casto como un ángel. El medio que usted toma pensando en la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo...”.

¿Qué significaba para Marcelino el primer puesto en la cruz? Una pista la tenemos en el capítulo VI de Lecciones, Avisos y Sentencias: “Los hermanitos de María .... Tienen que amar la cruz, el sufrimiento y la mortificación, pues la práctica de esos ejercicios da el primer puesto en el Calvario.” Parece que nos encontramos frente a un texto de ascesis, en las cartas se ve la contemplación de la pasión de Jesús como un medio para alejarse del pecado. En las lecciones y sentencias habla de sufrimiento y mortificación, que son propiamente medios de un camino de purificación.

En esta línea se encuentran los testimonios de los Hermanos Juan Bautista, Avit y Silvestre que hablan sobre la manera en que Marcelino, durante la cuaresma, tomaba como tema de meditación la pasión del Señor: “10. Los viernes ayunaré en recuerdo de la pasión y muerte de nuestro Redentor” (Furet: Capítulo 3 de la primera parte). “Durante la cuaresma se esforzaba por instruirnos y estimularnos al amor de Nuestro Señor, lo mismo que al horror del pecado mortal, que ha sido la causa de sus sufrimientos y de su muerte” (F. AIDANT, SUMMARIUM, PRIMA POSITIO, 1910. SUMM 291),

Durante toda la cuaresma el tema de las meditaciones era tomado de la Pasión de Nuestro Señor. El buen Padre exigía un perfecto silencio y un aumento de fervor, durante la semana santa, sobre todo el viernes santo. Pedía que se cantara el oficio de Tinieblas, y como los Hermanos tenían por lo general, pocas cualidades, el peso del canto recaía sobre él.” (Avit, 086)

Marcelino aprende, al contemplar el calvario, el amor de Dios. No se queda solamente en la contemplación de la Pasión como ejercicio ascético, con el tiempo pasa a ser un ejercicio místico. Un ejercicio que lo acerca a Dios y lo une, por el amor a Dios.

En el mismo capítulo VI de Lecciones, avisos y sentencias (antes citado), aparece un texto que nos indica que lo más significativo al contemplar la Pasión de Jesús es encontrar el amor que Dios nos tiene:
“Encontraréis allí, sobre todo, el amor de Jesús, la más valiosa de todas las gracias. Dios es caridad, dice san Juan (1 Jn 4, 16). Sí, Dios es caridad en todas partes, pero singularmente en la cuna, la cruz y el altar, tres lugares donde se manifiesta su amor infinito; en esos tres lugares, sobre todo, enciende en su divino amor el corazón de los santos; en esos tres lugares nos hace ver cuánto nos ama.”

Este amor se transforma en Redención en la cruz, este será un tema recurrente: Por ejemplo, en la Biografía del Hno. Furet, en el capítulo XXI que narra la muerte del P. Champagnat, se menciona como comentario a la última eucaristía que celebró:
“El tres de mayo celebró la santa misa por última vez. Después de la acción de gracias dijo: Acabo de celebrar la última misa, y me alegra que haya sido la de la santa Cruz: por esta santa Cruz nos vino la salvación, y en ella murió nuestro divino Salvador” (Capítulo XXI de la primera parte).

Al contemplar la Pasión la ve no solamente como obra del Hijo, la redención se torna una obra trinitaria:
“Lo mismo ocurre con la redención: El Padre amó tanto al mundo, que no paró hasta dar a su Hijo unigénito (Jn 3,16) para salvarlo; el Hijo, a imitación del Padre, ama tanto a los hombres, que entrega la vida para rescatarlos; el Espíritu Santo coopera en este ministerio divino, pues por su obra se realiza el misterio de la encarnación, // y él es quien, al descender sobre los apóstoles para completar la obra de la redención, santifica las almas y les aplica los méritos de la pasión de Jesucristo.” (Avisos, Lecciones y Sentencias, Capítulo: XXXVIII).

Por la oración, la vida del Marista se vuelve participación de la vida de Jesús, incluida su pasión. Así pondrá la cruz en una de las primeras explicaciones sobre la finalidad del Instituto:
“Los Hermanos, al ingresar en este Instituto, pretenden, en primer lugar, salvar su alma y hacerse dignos de la inmensa gloria que Dios les promete y Jesucristo les ha merecido por su sangre y muerte en la cruz.” (Furet: Capítulo XII de la primera parte).

La pasión de Jesús vuelva a aparecer cuando habla del tema de los Maristas como apóstoles en medio de los jóvenes:
“Jesucristo rescató las almas por la cruz y el sufrimiento. ¡Y nosotros queremos trabajar en su salvación en medio de placeres y satisfacciones de la naturaleza! Con tales sentimientos ¿qué extraño que no logremos ningún bien, que nuestro ministerio resulte estéril?” (Furet, Capítulo XX, segunda parte)

De igual manera a los directores, les recuerda: “los trabajos que le costó la redención a Jesús” y les decía:
“3. Porque la dirección de las almas y la santificación de los niños son fruto de la cruz, y sólo por la cruz se pueden conseguir. El cargo de Director exige, pues, necesariamente religiosos crucificados, es decir, hombres abnegados, sacrificados, mortificados; hombres que conozcan el misterio de la cruz. Ahora bien, conocer el misterio de la cruz exige estar profundamente persuadido de que las obras de Dios llevan este sello sagrado; supone considerar la cruz como prenda de éxito e instrumento eficaz para aceptar en el oficio de catequista y en la dirección de los Hermanos. (Furet, Capítulo XVII, segunda parte)

La contemplación de la cruz no es solo para los hermanos, también la propone para los alumnos de los colegios:
“Dar a conocer a Jesucristo, hacer amar a Jesucristo -repetía continuamente- es el fin de vuestra vocación, el fin del Instituto. Si no trabajáramos en ello, nuestra congregación sería inútil, y Dios le retiraría su ayuda. Insistid, pues, en los misterios y la vida de Nuestro Señor; hablad a menudo a los niños de sus virtudes y sufrimientos, del amor que les ha manifestado al morir en la cruz y de los tesoros de gracia que les ha dejado en los sacramentos. La ciencia de la religión consiste únicamente en conocer a Jesucristo, que es la vida eterna; los santos en el cielo no tienen otra ocupación que conocer, contemplar y amar a Jesucristo; ésa es su bienaventuranza. (Furet, Capítulo VII, segunda parte).

Igual en la Carta al Hno. Bartolomé le dice:
No cesen de decir a sus niños que son los amigos de los santos que están en el cielo, de la Sma. Virgen, y en particular, de Jesucristo, a quien sus jóvenes corazones atraen y lo vuelven celoso; que con grandísima pena ve al demonio apoderarse de ellos; que estaría dispuesto, si fuera necesario, a morir de nuevo en la cruz, en el mismo St. Symphorien. ¡Pobres niños! Agreguen que, "Dios los ama", y que, "yo los amo también, ya que Jesucristo, la Sma. Virgen y los Santos los aman tanto". "Saben", díganles también, "¿por qué Dios los ama tanto? Pues porque son el precio de su sangre y que pueden llegar a ser grandes santos, si así lo quisieran ardientemente.” (PS024)

Por supuesto, al contemplar la Pasión no se puede olvidar de María. María que colabora en la obra de Redención y María que estaba de pie junto a la Cruz. En la cruz Jesús nos da a María por Madre:
"Hermanos, les dijo un día, la salvación nos viene por María. De Ella nació Jesús; por medio de Ella El bajó del cielo, para salvar a los hombres; Por su mediación e intercesión, obtuvo la primera aplicación de sus méritos en la santificación de San Juan Bautista. Por sus súplicas, hizo Jesús su primer milagro; a Ella, desde lo alto de la cruz, le confió a todos los hombres, en la persona del discípulo amado, para darnos a entender que es nuestra Madre, y que por su mediación quiere darnos sus gracias y aplicarnos los méritos de su muerte en la cruz". (Avit, 196).

Se acerca la cuaresma, como Maristas es una invitación a contemplar con mayor fervor la pasión del Señor. Una manera de hacerlo podrías ser la contemplación, en Lectio Divina, de los evangelios de la Pasión. Este ejercicio nos puede enseñar esa ciencia oculta que conoció Marcelino y de la que habla el Hno. Furet en el capítulo XXXVI de su biografía:
“Ahora bien, la ciencia de los santos según el mismo autor: no se aprende en los libros, sino en la oración mental, escuela en la que enseña el maestro Jesucristo y en la que el libro de lectura son la cruz y las llagas del divino Salvador»”.


Que la contemplación de la Pasión del Señor nos permita acercarnos a aquel lugar donde nos quería ver Marcelino a todos los Maristas, cercanos a Jesús Crucificado.

* Este texto se presentó inicialmente como conclusión de un trabajo de estudio de CEPAM.  

sábado, 25 de febrero de 2017

Recomendaciones de la semana 7 (18 al 24 de febrero)

Esta sección quiere compartir los mejores artículos que encuentre en internet en la semana. Junto con alguna breve explicación. La mayor parte de los artículos serán sobre el tema de este blog, es decir sobre educación y sobre espiritualidad, pero quizá alguna semana encuentren algo diferente que me haya interesado. 

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Imagen de GaborfromHungary tomada de: https://morguefile.com/search/morguefile/5/Learning/pop


Sobre el trabajo.

Aunque tiene un tinte de propaganda, el tema resulta interesante: Deconstructing Work o el trabajo como una tortilla de patatas. Los amigos de nobbot nos presentan el proceso de deconstrucción que esta ocurriendo en el trabajo. Como formadores nos debe preocupar la sociedad donde habitarán nuestros alumnos dentro de algunos años.
http://www.nobbot.com/negocios/deconstructing-work/



Sobre Proyectos de Vida. 

Para nuestros proyectos de vida, Leyla Bonilla nos invita a mejorar cada día un poco, en un motivante artículo digno de ser releído cuando revisemos nuestro Proyecto Personal de Vida. http://loquelediga.com/concentrate-en-el-progreso-no-en-la-perfeccion/

Sobre educación. 

Javier Touron nos presenta la primera parte de una serie de artículos titulada: "Desgranando las estrategias docentes más efectivas. ¿Qué dice la investigación?" en ella presenta tres estrategias didácticas y su fundamentación, una lectura más que intersante que nos deja con ganas de leer las siguientes dos partes, muy recomendable para todos los docentes de cualquier nivel. 
http://www.javiertouron.es/2017/02/desgranando-las-estrategias-docentes.html


José Blas García profundiza en la metodología del Trabajo cooperativo, parte de la premisa: Solo podré alcanzar mis objetivos, si y solo si, tú consigues el tuyo. En el texto presenta una inforgrafía con un décalogo que nos puede orientar en esta metodología. https://blogcued.blogspot.mx/2017/02/aprendizaje-cooperativo-hoy-una.html


Francisco Riquelme nos invita a valorar la educación emocional para ofrecer una educación integral. Superando el debate entre una educación de conocimientos y una educación en emociones.http://ined21.com/educacion-en-conocimientos-vs-educacion-emocional-mas-alla-del-debate-esteril/

Les comparto también el Marco de Interioridad del Proyecto de la Provincia Marista de Mediterranea que puede perimitir aclarar algunas confusiones en la propuesta de interioridad. 
http://www.maristasmediterranea.com/images/Marco_de_Espiritualidad.pdf

viernes, 24 de febrero de 2017

Origen de la Educación Marista.



Los maristas fuimos fundados en 1817 por Marcelino Champagnat, un sacerdote francés. Desde entonces nos dedicamos a la educación cristiana de niños y jóvenes.

Marcelino Champagnat supo ver las dificultades que los jóvenes y niños tenían para acceder a una educación cristiana de calidad. En su tiempo, apenas terminada la Revolución Francesa, la educación pública quedó seriamente lastimada, los pocos profesores que impartían clases eran contrarios a la religión y poco competentes. De igual manera, la labor educativa de la Iglesia se encontraba disminuida, la persecución religiosa y la carencia de religioso crearon una importante necesidad de educadores cristianos.

Marcelino funda un grupo de educadores que poco a poco se irá transformando de una asociación o cofradía parroquial de maestros, que el mismo formaba, a una congregación religiosa. Enviará a su “Hermanos” a los pobres de la parroquia primeramente y luego a los pobres de poblaciones cercanas.

Los “Hermanos” maristas, adoptarán el método de los Hermanos de las Escuelas Cristianas fundados por San Juan Bautista De La Salle. Además, promoverá un espíritu apostólico similar al de dichos hermanos. Dicho de otra manera, Marcelino querrá imitar la labor que los Hermanos Lasallistas realizan en las ciudades, pero adaptada a las necesidades de las parroquias pequeñas y del campo.

El método de los Hermanos de las Escuelas se conocerá como método simultáneo. Políticamente la adopción de este método lo sitúa civilmente contrarío a los liberales (que promueven la enseñanza mutua) y contrarío, eclesialmente, a los que quieren regresar al Antiguo Régimen (que promueven la enseñanza individual)

Los hermanos brindarán una educación cristiana, que incluye tanto la enseñanza del catecismo como las ciencias profanas, logrando una profesionalización y laicización de la escuela, puesto que no eran sacerdotes. (Para entender el concepto de laico: http://www.guillermovillarreal.mx/2017/02/quien-es-un-laico.html)

Uno de los logros de Marcelino fue ofrecer hermanos educadores que puedan educar a los niños y jóvenes del campo, de manera integral, con tanto éxito que los hermanos serán llamados a ejercer su apostolado tanto por párrocos como por alcaldes, todos ellos preocupados por la educación de los jóvenes, por beneficiar a la sociedad.


Fuente: Lanfrey, André. (2015). MARCELINO CHAMPAGNAT Y LOS PRIMEROS HERMANOS MARISTAS 1789-1840: Tradición educativa, espiritualidad misionera y congregación. Carisma y principios educativos maristas, Vol. 1. Curitiba (PR): Editora Universitária Champagnat

* Este texto se presentó inicialmente como trabajo en la materia de "Origenes de la Tradición Pedagogica Marista" tomada en el 2016 en la maestría en Carisma y Misión Marista en la PUCPR-Curitiba

miércoles, 22 de febrero de 2017

El Hermano Gonzálo Castillo.



Les presento al Hermano Gonzalo Castillo, mejor conocido como Chalo. Gonzalo fue mi superior en la comunidad de Tepic (Nayarit, México) durante tres años, cuando me iniciaba como maestro. Es un hermano que valora a las personas y las escucha. Personalmente me ayudó en una época difícil de mi vida. Además de maestro estudió veterinaria. Le encantan las aves, tiene (o cuando menos ha tenido) en su comunidad canarios, gorriones, cenzontles, clarines, mirlos y otros que ya no recuerdo los nombres.

1. ¿Cuál es la lección más importante que te ha enseñado la Vida?
A Dios no se le entiende, mejor hay intentar creerle. Aceptar vivir en el misterio de Dios.

2. Define en una frase el mundo en que vivimos.
Desconcierto e inseguridad. Ya no hay conceptos claros y definidos.

3. Si pudieras cambiar algo del mundo en que vivimos, ¿Qué sería?
Formar para la búsqueda sincera, la disposición al cambio y adaptación la novedad.

4. ¿Hay algo que hayas soñado y no hayas concretado?
Ser mejor apóstol de los jóvenes, tener habilidad para llegar a su corazón.

5. Si respondiste a la pregunta anterior, ¿Por qué no lo has hecho?
Miedo y pereza.

6. ¿De qué te sientes más agradecido en tu vida?
Del amor recibido y dado desde pequeño.

7. ¿Cómo sería para ti un día perfecto?
Vivirlo desde los ojos y el corazón de Jesús.

8. Como religioso ¿Cómo mantienes el fuego de tu vocación?
La oración, la Eucaristía y la contemplación de la naturaleza.

9. ¿Cuánto tiempo dedicas a la oración personal?
45 minutos.

10. ¿Cómo es tu oración personal?
Tranquila, esperanzada.

11. ¿Cuál es tu pasaje favorito del evangelio?
Vengan a mí los que estar cargados y fatigados…

12. ¿Cuál rasgo humano de Jesús intentas vivir?
La presencia entre los niños y jóvenes, su cercanía fraterna…

13. ¿Quién es María para ti?
Mi modelo de presencia silenciosa.

14. ¿Qué admiras más en Marcelino Champagnat?
Su corazón fraternos y humilde servicio.

15. ¿Qué significa para ti “Seguir a Jesús como María”?
Guardar silencio ante el misterio de Dios y en su llamado vocacional.

16. ¿Qué características tiene un marista?
Fraterno y sencillo entre el Pueblo de Dios, no tener miedo al anonimato dentro de la Iglesia.

17. ¿Cuáles son las 5 cualidades que más valoras en una persona?
Que sea humana, solidaria, cercana, servicial, fraterna, flexible.

18. ¿Qué es lo que menos soportas de una persona?
La doble jugada en su vida.

19. Una película que recomendarías y por qué.
La vida es bella. Por su alegría en las dificultades.

20. Un libro que recomendarías y por qué.
Quemar la vida sobre el hno. Basilio. Modelo cercano para el hno. Marista.

21. ¿Cuál es tu hobby? (¿Qué haces para descansar?)
Cuidado de los animales y plantas y la música.

22. ¿A qué equipo le vas?
Chivas más o menos, más bien indiferente.

23. ¿Con qué personaje histórico y actual te gustaría tomar un café? ¿Por qué?
Zapata. Para rescatar al campo mexicano.

24. ¿Qué consejo darías a los jóvenes?
Vivir el riesgo de la trascendencia.

25. Una frase o cita que refleje tu filosofía de vida.
Amar y dejarse amar, la alegría de vivir el lado amable de la vida.