lunes, 12 de marzo de 2018

Llamados a Humanizar



La educación marista nos recuerda que hay que formar al hombre (y a la mujer) de forma integral. Recordemos que Marcelino Champagnat y los primeros hermanos, en el siglo XIX, se encuentran con maestros y una educación que parece olvidar la formación espiritual cristiana de los estudiantes. En ese contexto cobra especial relevancia la frase “buenos cristianos y virtuosos ciudadanos”.
Hoy en nuestro contexto -cuando menos en mi país-, se ha radicalizado todavía más la división del hombre, que ignora la parte espiritual y religiosa. Muchos de los maestros de escuela pública basados en una educación con tientes pragmáticos, científicos y socialistas. Por eso hay una profunda división entre la escuela pública y la privada. Afortunadamente parece haber un renacer de la espiritualidad -aunque esto no quiere decir de la religión-. Movimientos como la interioridad, la inteligencia emocional o el mindfulness, parece que hacen volver de una manera nueva el contexto espiritual a los centros educativos.
A mí me gusta ver la misión educativa como humanizar al hombre, es decir que descubra su verdadero ser, los más humano que hay en sí mismo. Estamos llamados a ser 100% humanos, es decir, estamos en construcción. Cristo es el modelo de ser humano que estamos llamados a formar, tanto en nosotros como en nuestros alumnos.
Decir hoy, en el 2018 que queremos formar buenos cristianos y virtuosos ciudadanos significa formar al hombre de forma integral, con todas sus dimensiones, incluyendo la espiritual y -si nuestros alumnos son cristianos- religiosa.
Como el hermano Moral (2015, p. 65-68) ser sensibles a las necesidades de los niños y jóvenes, dar respuesta a ellas de formas creativas, más allá de un método, potenciar las estrategias de acción eficaces, con creatividad, aprovechando las oportunidades que se nos presenten.

* Intervención en un foro en la especialidad. 

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